Una vez recuperado de su lesión, Manolo García se convirtió en un fijo en las alineaciones de casi todos los entrenadores que pasaron por el club. Un total de once temporadas siendo todo un referente en el eje de la defensa y un líder en los momentos más complicados como el doble descenso del 1993 y la posterior temporada en Tercera División que se cerró con el ascenso a Segunda B ante el Crevillente. Hasta finalizar la temporada 1998/99 que dejó la entidad para acabar su carrera futbolística en el Premià, que entonces militaba en la categoría de bronce, Manolo disputó un total de 328 partidos oficiales marcando 5 goles. Una vez retirado del fútbol en activo, fue entrenador de equipos del fútbol modesto sabadellense, entre ellos el Sabadell B durante la temporada 2007/08 entonces en Segunda Territorial. Además, el club le rindió homenaje en mayo de 2007 antes del encuentro del Sabadell contra el Premà de la última jornada de liga regular en Tercera División.
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